Evaluación de seguridad en accesos secundarios: El punto débil que no se debe ignorar

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Cuando se piensa en proteger una vivienda, oficina o local comercial, la atención suele centrarse en la puerta principal. Sin embargo, en muchos casos, los accesos secundarios representan el verdadero punto vulnerable. Puertas traseras, laterales, de patios, terrazas, garajes o sótanos pueden convertirse en la entrada preferida por intrusos, especialmente si no cuentan con las mismas medidas de seguridad que la entrada principal.

Una evaluación exhaustiva de estos accesos es esencial para crear un entorno seguro y equilibrado, donde todos los puntos de entrada estén protegidos de forma coherente.

¿Qué se considera un acceso secundario?

Un acceso secundario es toda puerta o entrada alternativa a la principal que permite el ingreso a la propiedad, ya sea desde el exterior o desde espacios poco transitados. Algunos ejemplos incluyen:

  • Puertas traseras de cocina o lavadero

  • Accesos desde garajes o cocheras

  • Entradas a patios interiores o jardines

  • Puertas de terrazas o balcones

  • Puertas laterales en locales comerciales

  • Accesos al sótano o depósitos

Estos puntos suelen estar menos visibles y con menor control de tránsito, lo que los convierte en objetivos prioritarios para intentos de intrusión.

Elementos clave a evaluar en la seguridad de accesos secundarios

1. Tipo y estado de la cerradura
Muchas veces, las cerraduras en puertas secundarias son simples o de baja resistencia. Se recomienda instalar cerraduras de seguridad con cilindros anti-bumping y sistemas reforzados, similares a los de la entrada principal.

2. Material y estructura de la puerta
Debe verificarse si la puerta está fabricada con materiales sólidos (como acero, madera maciza o aluminio reforzado) y si el marco presenta refuerzos contra apalancamiento.

3. Visibilidad y vigilancia
Al estar en zonas poco expuestas, es ideal instalar sensores de movimiento, cámaras de vigilancia o luces con activación automática, que disuadan cualquier intento de forzado.

4. Cerraduras adicionales o multipunto
Agregar pestillos suplementarios o cierres multipunto puede mejorar drásticamente la resistencia ante ataques, especialmente en puertas de dos hojas o corredizas.

5. Nivel de aislamiento o tránsito interno
Si el acceso conecta con zonas poco frecuentadas del inmueble, se recomienda integrar alarmas de apertura o sensores de contacto, que alerten si se activan fuera de horario o sin autorización.

Medidas recomendadas para mejorar la seguridad

  • Instalar cerraduras electrónicas o invisibles como segundo nivel de protección

  • Colocar rejillas de protección o barras anti-palanca en puertas de patios o sótanos

  • Reforzar bisagras con tornillos de seguridad y pasadores internos

  • Asegurar que todos los accesos cuenten con mecanismos de cierre automático

  • Evaluar periódicamente el estado de marcos, puertas y mecanismos

  • Evitar dejar accesos secundarios desbloqueados “por comodidad” durante el día

Evaluar la seguridad en accesos secundarios no es un detalle menor, sino un paso fundamental para garantizar una protección integral del inmueble. No basta con una puerta principal reforzada si existen puntos vulnerables olvidados. Con medidas preventivas y una evaluación profesional, estos accesos pueden convertirse en zonas seguras y controladas, sin ceder terreno al descuido.